Cuentan los antepasados que antes de cazar en un cerro se él tiene que pedir permiso a el señor del cerro.
Juan y José eran persones de 35 años ambos estaban casados, Juan tenía 5 hijos y José tenía 2 hijos, a los dos les gustaban las aventuras así que salían diariamente a lugares poco poblados a encontrar cosas antiguas para luego venderlas.
Un día llego la suegra de Juan y le dijo que tenía una nueva aventura para ellos, la aventura era ir a un cerro (montaña) el cual estaba en la Nueva Guatemala de la Asunción y tenían que ir en busca de un tesoro de instrumentos o armas Aztecas y Mayas sin pensarlo dos veces se pusieron en camino.
Al llegar ellos encontraron bastantes artefactos de bastante valor y antigüedad recogieron todo lo que pudieron, tenían hambre y entonces se dispusieron a matar a un venado cuando lo mataron juntaron leña y lo asaron y se lo comieron , ambos se durmieron cuando José oyó que un cerro le decía al otro:
¿Préstame a tus animales para vengar a mi venado que se han comido?
El otro cerro respondió:
¡Claro que sí!
José despertó a Juan y le platico de lo que había oído los dos rápidamente corrían cuando culebras, lobos y más animales los seguían al llegar a su casa no dijeron nada entonces al día siguiente estaban bien malos y entonces los llevaron con una curandera a cual le tuvieron que decir lo que había pasado ella les dijo que para que se curaran tenían que ir quemar mirra, incensio, velas de colores y más cosas al hacer eso se les presento un señor grande de tamaño y ellos le pidieron perdón y el les dijo que solo por esta vez los perdonaría.
Y ellos cuando cazaban le pedían permiso al cerro.
huy si que miedo
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